En este artículo les dejamos una guía para quienes tengan la sospecha de que una persona de su entorno está pasando por un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), y frente a esto no saben cómo ayudarl@.
Para empezar, debemos mencionar que no todo TCA hace alusión a anorexia o bulimia, por lo tanto, es importante informarnos acerca de lo que estamos observando, buscar diferenciar los síntomas que puede estar presentando las personas. Por eso, partamos siempre de la educación...
1. Edúcate en el tipo de TCA que tiene la persona
Cada tipo de TCA es distinto, pero frente a esta situación, es importante saber qué la persona que quieres está sufriendo. Hay literatura que informa sobre cada uno de ellos, hay fundaciones que postean y educan sobre tips para ayudar a alguien que esté padeciendo un TCA.
2. Si la persona no tiene ayuda profesional, ofrécele
Es común que se normalicen en nuestra sociedad muchas conductas poco saludables y hasta se validen como parte de un “estilo de vida”. Sin embargo, cuando ya podemos notar que la persona sufre en el proceso de mantener dicho estilo de vida, estamos lidiando con comportamientos que no hacen más que alejarse del factor salud. Ante esto hay algunos panoramas diferentes:
Si la persona está en una etapa precontemplativa, no podemos obligarla a hacer algo que no quiera, pero sí marcar, con ejemplos puntuales, las conductas que le están generando malestar “¿te sientes tranquila teniendo que contar todos los alimentos todos los días?, ¿tantas horas en el gimnasio te dan felicidad? - Hacer notar el sufrimiento.
Si la persona contempla que hay sufrimiento, entonces es el mejor momento para ofrecer ayuda profesional y darle la facilidad: dale los números, los contactos, haz la cita tú y agéndala, haz los pasos más sencillos.
Si la persona se está haciendo un daño visible y recurrente, evalúa si eres la persona indicada para avisar a un responsable (familiar, mamá, espos@). Cuando el TCA colinda con daño a la salud, se tiene que actuar. La persona puede estar en desacuerdo y puede que se incomode, pero es por su bien.
3. No solo entiendas la “mecánica”, porque no es solo un trastorno físico
Nunca es únicamente por algo físico, siempre hay una punta del iceberg visible y evidente (es ahí donde muchas personas sueltan comentarios como “ya pero solo ponle ganas y come más” o “si tuvieras más fuerza de voluntad no te comería toda la caja de donuts”). Un TCA es mucho más que eso, tiene una base llena de inseguridades, de confusión, de pérdida de sentido de vida, de tristeza, de necesidad de tomar el control, etc. Hay que darnos cuenta del sufrimiento que está más allá de lo evidente.
4. Evitar conversaciones de números / calorías / ejercicio
Un TCA no solo se puede basar en la ciencia de los números, es un trastorno sumamente subjetivo donde hay dos aspectos dentro de la nutrición: “conducta alimentaria y nutrición del alimento”. Algo tan simplista como “sube de peso comiendo x calorías más” no va a resolver nada: nos olvidamos del factor miedo, ansiedad, creencias, que rigen la conducta alimentaria. Y así, muchos de los alimentos que pueden ser nombrados como “saludables” se tornan los peores enemigos de la salud mental.
Por ejemplo: si yo te pregunto "¿la lechuga es saludable?" Probablemente me vas a responder que sí lo es, pero, si tengo una persona que come lechuga en la cena en vez de comer la papa con pollo que tanto quiere, sumado a la rabia angustia y miedo que esto le genera, ¿sería saludable para ella la lechuga que se está comiendo?
5. Ofrecer actividades que no tengan que ver con comida y cuerpo / deporte
Ir a la playa, pasear por el carro, acompañarl@ en su casa, etc. Las personas que pasan por un TCA necesitan momentos de escucha. Ofrecer estos momentos pueden ser sanadores para conocer la base del iceberg y que puedan reconocer que las conductas de TCA no están calmando dicha emoción. Además, el enseñar con la propia conducta “normalizada” ayuda mucho a que tengan ejemplos reales de conductas saludables con el alimento.
6. Favorecer la neutralidad de los alimentos
A veces intentamos dejar tranquila a la persona yendo a lugares “sanos” / “orgánicos” / hablando de alimentos como sanos o poco saludables, para evitar la ansiedad que esto puede generar, pero en realidad a la larga lo que hace el cerebro es creer que sus teorías eran ciertas y que le “hace mejor” comer alimentos que sean “sanos”.
Satanizar los alimentos o un simple comentario como: “esto es una chanchada” / “mira cuanta grasa tiene” / “este es mi cheat day” - para ti puede ser muy normal e inofensivo, pero a la persona con TCA le estamos dando razones para tenerle más miedo a dichas comidas.
7. Vamos a tener que tener mucha paciencia
Los TCA son de larga data, en su mayoría. Esto quiere decir que no es como un resfriado, como una etapa de unos meses difíciles en la vida de tu amig@, pareja o familiar; muchas veces nos vamos a enfrentar con años de conductas similares, aún estando en recuperación. Esto se debe a algunos factores puntuales:
Cambiar el procesamiento de nuestras mentes es complejo y toma tiempo.
El entorno valida tanto la restricción que se siente como si se estuviera luchando en contra de la marea.
La comida es algo que tenemos al frente más de 3 veces al día, por ende no hay un solo día que no sea un trigger para el trastorno.
Contienen obsesiones y compulsiones: muchas veces para calmar la obsesión, la persona con TCA nos hace preguntas constantes y calman su ansiedad con las respuestas que damos. Nos utilizan como validación y es un rol importante para ell@s.
8. Tienes el derecho de ponerte en primer lugar
Por mucho amor que puedas tenerle a la otra persona, también tenemos que preservar nuestra propia salud mental. Si sientes que apoyar a otro en su camino de recuperación te está desgastando, tienes todo el derecho a dar un paso al costado.
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