Quiero compartir con ustedes el secreto de mi gusto por la lectura. La verdad es que no es la gran ciencia, pero muchas veces me preguntan ¿cómo hacer para leer más libros? O me dicen que odian leer y ¿cómo pueden hacer para que les guste? Y he ahí el error, la lectura no debe ser una actividad forzada, por lo menos no la que se realiza en el tiempo libre. Y la verdad, es que creo que no se están planteando la pregunta correcta, ya que esta debería ser: ¿Cómo hacer para disfrutar lo que leo?
La respuesta es sencilla para quien se conoce, puesto que debemos partir del autoconocimiento, saber qué es lo que me gustaría leer. Es igual como hacen al momento de elegir películas, algunos prefieren las comedias, a otr@s les gusta más los dramas y a otr@s cuantos el suspenso o el terror; asimismo, hay quienes disfrutan de los romances adolescentes y la ficción. Y ahora, yo les pregunto: ¿Cómo llegaron a saber qué estilo de películas les gustan? Pues de la única manera que existe… PROBANDO. Igual pasa con la lectura, al inicio tendremos que probar. Y como en todo proceso de aprendizaje, a veces debe ser ensayo y error, me pasará que escojo un libro y descubro que no me gusta.
En estos casos, lo primero que debes saber es que NO PASA NADA. No te tortures con esa lectura, déjala, peor será si te obligas a quedarte leyendo algo que te resulta tedioso. Eres libre de dejar el libro a la mitad si sabes que el tema no te atrapa, no te gusta o que simplemente te aburres, ¿por qué torturarte acabando algo que no disfrutas? Pasa que muchas personas con la intención de leer si o si un libro, lo pasean en sus bolsos por todas partes, esperando que se dé la oportunidad perfecta para sacarlo y leer; se comparan con otr@s que leen el mismo libro en un segundo y se cuestionan por qué ellos no pueden. Seamos conscientes que cada persona es diferente, con gustos distintos y, tal vez, también, con más destreza para la lectura (esto no te hace peor, simplemente que todos tenemos diversas habilidades).
No es una competencia, sé que hay muchos lectores que leen rápido, pero esto puede deberse a diversos factores. Yo me considero una persona que tiene un buen ritmo para la lectura; sin embargo, esto se me ha dado después de años de práctica. Asimismo, también del tiempo disponible que tengo para dedicarle a la lectura y que tanto el libro que estoy leyendo me atrapa. Y creo que esto último es lo más importante. Porque cuando un libro te atrapa pierdes la noción del tiempo, a mí me pasa que entro en la historia, me vuelvo un personaje más y vivo, realmente, vivo lo que está pasando. Comienzo a sentir lo que el narrador describe, mil emociones me invaden, y durante ese momento dejó de estar en mi cuarto para adentrarme en el mundo de los personajes de la historia.
Un autor muy querido para mí, ya que su libro, “Memorias Secretas de un Librero”, fue el primero en despertar mi gusto por la lectura; le pone nombre a esta sensación de la que les hablo. La llama el IGLA: impacto de la ley de gravedad de lectura apasionada. “Cuando un libro te captura, nunca sabes lo que puede pasar… La cara de Federico fue cambiando conforme iba avanzando en la lectura. De una cara aburrida pasó a ser una cara sonriente, luego se enrojeció, por fin pasó a ser una cara concentrada. Después iba variando dependiendo de lo que leía: triste, alegre, nostálgica, tensa. Todos estos síntomas del IGLA… El libro es el medio de transporte más avanzado en el mundo, si se utiliza bien.” (Ángel Perez Martinez, 2003). ¿Les ha pasado alguna vez?
Los invito a probar, darle una oportunidad a la lectura. Es importante empezar por cosas sencillas para los que se consideran principiantes en “el arte de leer libros”, no se manden a leer algo muy pesado, comiencen por cosas ligeras, una revista también vale o artículos, como este, que encuentro por la web, lo importante es instaurar el hábito. Poco a poco ir descubriendo qué les gusta, qué estilo de libros prefieren. Mi gusto por la lectura no lo tuve desde pequeña, siendo ya adolescente empecé leyendo libros para niños, como el que les acabo de mencionar hace un momento. A pesar de ser una lectura infantil la encontraba divertida e interesante, era fácil de leer y pasaba un buen rato. Eso me motivaba a seguir leyendo y a querer buscar libros nuevos. El segundo que me atrapó fue la saga de "Mi pequeño vampiro". Libros tan sencillos e infantiles, pero que me abrieron pasó a nuevos libros más maduros e hicieron que me diera cuenta que me gustaba leer, solo que hasta el momento no había descubierto que podía disfrutar de un libro.
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Finalmente, como se habrán dado cuenta, no hay una fórmula secreta que te diga exactamente cómo leer más o qué hacer para que te guste leer. Es una experiencia muy personal, para cada uno será distinta; encuentra tu estilo. Asimismo, pidan recomendaciones y nunca juzguen a un libro por su portada, no sabes cuanto te puede sorprender lo que encuentras dentro. Un libro puede ser un compañero para esos días en los que estamos solos y no sabemos qué hacer. Con los libros, el límite es tu imaginación, y si por casualidad uno de ellos te atrapa, estate atento, porque nunca se sabe qué puede pasar cuando estamos ante el caso de un IGLA.