Estar en pareja es una experiencia hermosa, que te llena en muchos sentidos; sin embargo, también es dura. Tendemos a creer que el amor es una fuerza poderosa, capaz de vencer cualquier obstáculo y que está por encima del control, inclusive, de nosotros mismos. Muchas veces me he encontrado con esta concepción en libros, telenovelas o las comedias románticas que estamos acostumbrad@s a ver y que tanto nos gustan. No obstante, el amor y las relaciones de pareja son mucho más complejos que lo que puede plasmar una historia.
Primero, partamos por diferenciar el amor del enamoramiento. Son dos conceptos que tendemos a confundir muchas veces. El enamoramiento lo podemos encontrar al inicio de toda relación. Está basado en la intensidad, es un desborde de pasión, en el que muchas veces tendemos a idealizar a nuestra pareja y a la relación (todo es perfecto). Este primer momento es muy lindo; pero, es importante saber que no durará eternamente, a lo largo que pasa el tiempo, este sentimiento tiende a disminuir. Por otro lado, el amor implica profundidad, comenzamos a notarlo con mayor claridad una vez que pasamos la etapa de enamoramiento. Por ahí aparecen esas primeras peleas, desacuerdos y discusiones, nos damos cuenta que aquella persona que tengo al frente no es perfecta, tiene defectos como todos nosotros. Frente a ello, el amor significa aceptar a la pareja en su totalidad, siendo consciente de sus virtudes y defectos. Es la elección que realizamos día a día por trazar un camino en conjunto. Y en caso, estás características estén en disonancia conmigo y me estén generando sufrimiento, es importante también aceptar que la relación es poco viable y sustentable en el tiempo. No normalicemos que vale sufrir por amor. Así como iniciamos relaciones por amor también se pueden terminar relaciones con amor, reconociendo que yo no seré capaz de hacerte feliz ni tú a mí, y por el cariño que nos tenemos prefiero alejarme; llegando a ser inclusive una ganancia a largo plazo.
Mi intención no es desilusionar a aquellas parejas que recién están empezando y están en plena intensidad y esplendor del enamoramiento… pero deben saber que estas sensaciones no serán eternas, y es mejor ser consciente de esto desde ahora y estar preparados para cuando la luna de miel se acabe.
Asimismo, haciendo énfasis en el amor, debo mencionar que como base del amor de pareja debe estar, por más cliché que suene, el amor propio. No se puede amar a otra persona con libertad y sin dependencias, si no nos amamos a nostr@s mism@s en primer lugar, ya que nadie está en capacidad de dar de lo que no tiene, corriendo el riesgo de conformarme con las migajas de amor que la otra persona puede darme.
Por otro lado, el amor no es una fuerza mágica, y por ello no puede ser el único elemento que sostenga una relación estable y duradera. Una pareja no es solo aquel que te da cariño y afecto, sino también es quien puede convertirse en un punto de apoyo, y permite y motiva tu crecimiento personal. Lamentablemente, el amor no es suficiente y por eso es importante que dejemos de idealizarlo. Es falso creer que es eterno, hay situaciones en que éste se acabará y con ella viene la dura etapa de aceptar tal vez que la relación terminó; ni tampoco es incondicional. El amor no puede ser incondicional porque tiene que ser recíproco y alimentarse mutuamente. No podemos ponernos una venda en los ojos cuando la relación no está siendo equitativa.
Asimismo, la honestidad es clave, ya que la confianza es la base para una relación saludable. Sin embargo, con honestidad no me refiero a que la pareja tenga que compartirlo y saberlo todo. Está bien si cada uno tiene su propio espacio de intimidad, con sus amig@s o con un@ mism@. Recordemos que dentro de la pareja existe un NOSOTROS, pero también un YO. Hemos venido al mundo como individuos y no podemos olvidarnos de lo importante que es también tener privacidad en la relación. Esto no quita ni disminuye el amor, muchas veces lo fortalece porque el amor permite desplegarse también como individuos a cada uno.
Finalizo recalcando que para tener una relación auténtica, uno debe ser auténtico. Nunca dejes de ser quien eres para conseguir que alguien te ame. “El amor es ser capaz de descubrir la obra de arte que hay en el otro” (Jorge Bucay).
Y después de lo que has leído ¿crees que tu relación tiene potencial?